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                   Foto:  https://www.google.com/search?q=PAZ+NERY+NAVA 
                    
                    
                  PAZ NERY NAVA 
                  ( Bolívia ) 
                    
                  Paz Nery Nava Bohórquez nació en Uncía, Potosí, en 1916 y  falleció en Suiza en 1979. Educadora, poeta, novelista y trabajadora social.  Egresada de la Normal de Sucre. Cursó estudios complementarios en Chile. Fue  funcionaria en cargos públicos, directora de la  Oficina de la Mujer del Ministerio de Trabajo  (1965), presidenta de la  Asociación Nacional de Asistentes  Sociales (1963). Consciente de las necesidades que tenían los sectores menos  favorecidos de nuestra sociedad, dictó conferencias sobre este tema en Bolivia  y otros países. Se destacó como miembro del grupo "Fuego de la Poesía" y como  corresponsal de la revista "Lírica Hispánica" de Caracas, Venezuela.  
                     
                  Alrededor de 1940 contrajo matrimonio con el poeta, pintor y titiritero  Luis Luksic, de quien se divorció cinco años después. Esta mujer de letras y de  gran sensibilidad humana, que supo combinar ejemplarmente su labor de madre,  educadora y trabajadora social, no sólo fue defensora de los Derechos de la  Mujer, sino también defensora de los Derechos del Niño. De ahí que gran parte  de su actividad, sobre todo en el área de la educación, estuvo orientada a  mejorar las condiciones de vida y estudio de los niños más humildes del país.  
                     
                  Aparte de  su novela "Lina", que obtuvo la 1ra. Mención en el concurso literario convocado  por la Universidad Técnica de Oruro, en 1968, y que fue impresa recién en 1971,  en La Paz, están sus obras en el género de la poesía, en las cuales destacan  sus versos destinados a los niños, quienes fueron sus principales fuentes de  inspiración.  
                     
                  Paz Nery  Nava Bohórquez, como pocas autoras de poesía boliviana, conocía muy bien el  alma de los niños, como si ella misma pensara y sintiera como ellos, con esa  naturalidad de las personas sensibles ante dolor humano, pero también ante la  luz de la esperanza que se reflejan en sus versos escritos con ternura  maternal. No en vano en su poema "Placidez", que integra su libro "Ritual de la  sombra", nos dice: "Alta en mi senda estoy / queriendo hallar mi sombra, /  cristal de cristal soy líquido que vaga / hacia el noble misterio de las horas  lejanas. / Mi cuerpo es flor rebelde de un colegio de lirios / y mis manos son  pétalos de sol para mi niño. / Me arrebata el ensueño / en medio de mil ansias  de orgullo miliciano".  
                     
                  En la actualidad, una importante calle en la ciudad de La Paz y dos  escuelas llevan su nombre, en homenaje a la importante labor social y educativa  que desarrolló en benefició de las mujeres y los niños bolivianos.  
                     
                  SU OBRA  
                     
                  Su  producción literaria es breve pero de indiscutible calidad, que pone de  manifiesto su talento para la versificación y su amor desmedido por los niños,  quienes, en la tristeza y en la alegría, necesitan de su tierna voz de amiga y  educadora. Poesía: Silabario  de sueños (poemas para niños, 1957); Distancias interiores (1965); Estaciones de tu ausencia (1969); Ritual de la Sombra (1974); Misturita (poemario infantil y  teatro, 1977). Novela: Lina (1971). Pedagogía: Lenguaje funcional en la escuela primaria (1959).  
                    
                  Biografía: https://www.ablij.com/articulos/poesia-y-sensibilidad-en-la-obra-de-paz-nery-nava-bohorquez 
                    
                  TEXTO  EN ESPAÑOL – TEXTO EM PORTUGUÊS 
                    
                  
                  BEDREGAL,  Yolanda.  Antología de la poesia boliviana. La Paz: Editorial Los Amigos del Libro, 1977.  627 p.   13,5x19 cm.   
                    Ex. bibl. Antonio Miranda 
                    
                  INVIERNO PROLETARIO 
                     
                    El viento en la calzada 
                      jugueteando con basuras y tierra, 
                      el agua errante, materia helada de lluvia 
                      por tus dedos morados. 
   
                      El viejo sapatero golpeando 
                      siempre en el mismo sitio, 
                      y tú sin detenerte ni un instante, 
                      camino de la fábrica. 
   
                      A la casa do dejas, no llegó el urbanismo; 
                      hay que bajar por un pequeño cerro, 
                      correr por callejones de sórdida apariencia, 
                      polvo y vendaval color ceniza, 
                      estática miseria monocorde de muros agrietados. 
                  ¡Y el corazón te brinda! 
                    No hay tiempo que perder, 
                    tus pequeños se quedaron llorando; 
                    no hubo campo para ellos 
                    en esas guarderías atestadas de pálidas caritas infantiles. 
   
                    Implacable deber, 
                    el deber, 
                    el deber, 
                    te arranca del lecho mal oliente todas las madrugadas 
                    y aulla tu cansancio en cada junio 
                    y en septiembre y en enero; 
                    todo es igual, 
                    todo es igual, 
                    siempre igual 
                    mientras en la ciudad hay rascacielos 
                    con doradas alcobas y estufas y ascensores 
                    y lechos perfumados que tú no puedes ver, 
                    no puedes ver. 
   
                    Para ti sólo la mugre y el sudor, 
                    la mente sin abrir, 
                    si abrir, 
                    sin abrir, 
                    y el cullico diario del dolor, 
                    del dolor, 
                    del dolor. 
                    ¡Tu vida es como un invento permanente 
                    de cárcel coronado! 
                    
                  TEXTO EM PORTUGUÊS 
                    Tradução de ANTONIO MIRANDA 
                    
                  INVIERNO PROLETÁRIO 
                     
                    O  vento na calçada 
                      brincando com resíduos e terra, 
                      a água errante, matéria gelada de chuva 
                      por teus dedos roxos. 
   
                      O velho sapateiro golpeando 
                      sempre no mesmo lugar, 
                      e tu sem se deter nem um instante, 
                      a  caminho da fábrica. 
   
                      A casa não deixas, não chegou o urbanismo; 
                      tem que descer por um pequeno morro, 
                      correr por becos de sórdida aparência, 
                      pó e vendaval cor cinza, 
                      estática miséria monocórdica de muros rachados. 
                  E o coração te brinda! 
                    Não há tempo que perder, 
                    teus pequenos ficaram chorando; 
                    não houve espaço para eles 
                    nessas creches lotadas de pálidas carinhas infantis. 
   
                    Implacável dever, 
                    o dever, 
                    o dever, 
                    te arranca do leito malcheiroso todas as madrugadas 
                    e uiva teu cansaço em cada junho 
                    e em setembro e em janeiro; 
                    tudo é igual, 
                    tudo é igual, 
                    sempre igual 
                    enquanto na cidade tem arranhacéus 
                    com douradas alcovas e estufas e elevadores 
                    e leitos perfumados que tu não podes ver, 
                    não podes ver. 
   
                    Para ti somente a sujeira e o suor, 
                    a mente sem abrir, 
                    sem abrir, 
                    sem abrir, 
                    e o bulício diário de dor, 
                    de dor, 
                    de dor. 
                    Tua vida é como uma invenção permanente 
                    de cárcere coroado! 
                    
                    
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                  http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/bolivia/bolivia.html  
                    
                  Página publicada em julho de 2022 
                    
                    
                
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